Pocos días después de que la Corte Suprema confirmara la condena a seis años de prisión e inhabilitación perpetua contra Cristina Kirchner, la intendenta de Quilmes, Mayra Mendoza, sorprendió con un gesto cargado de simbolismo.
A través de sus redes sociales, la jefa comunal mostró un nuevo tatuaje en su tobillo: una tobillera floral con la palabra “dignidad” inscrita en el centro.
La imagen, compartida en sus historias de Instagram, iba acompañada de una frase breve pero elocuente: “¿Así que tobillera? Será un signo de dignidad”. Este gesto, interpretado por algunos como una manifestación de afecto y por otros como una señal de fidelidad política, se inscribe en una serie de expresiones públicas de apoyo hacia la expresidenta.
La acción de Mendoza se produce en un contexto donde, en días previos, se había visto a militantes frente al domicilio de Cristina Kirchner en el barrio porteño de Constitución, portando tobilleras decoradas como forma de acompañamiento simbólico.

Estas manifestaciones hacían alusión al dispositivo electrónico que, por orden judicial, debe portar la exmandataria mientras cumple la pena bajo arresto domiciliario.
El gesto de Mendoza ha generado diversas interpretaciones. Mientras algunos lo ven como un acto de obsecuencia, otros lo consideran una demostración personal de cercanía y apoyo en un momento difícil, una forma simbólica de acompañar “incluso sin compartir la misma sangre”.