

La tensión interna en la Confederación General del Trabajo (CGT) escaló a niveles críticos en las últimas horas, amenazando con una nueva fractura.
El titular de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), Abel Furlán, referente del sindicalismo kirchnerista, exigió a la cúpula cegetista que, en forma urgente, se discuta un plan de lucha “sostenido y escalonado” contra el ajuste del gobierno de Javier Milei y la “proscripción” de Cristina Fernández de Kirchner.
El duro pronunciamiento de la UOM, difundido a través de las redes sociales, llegó 24 horas después de que un grupo de líderes de la CGT decidiera dejar en “libertad de acción” a los sindicatos para asistir al acto kirchnerista en la Plaza de Mayo, pero sin realizar una convocatoria oficial como central obrera.
“La CGT no puede permanecer inmóvil y debe actuar ante el ajuste, la represión y la proscripción política; el movimiento obrero debe encabezar una gran confluencia de luchas junto a estudiantes, jubilados, pymes y sectores golpeados por el ajuste”, disparó el jefe metalúrgico.
En su comunicado, titulado “La CGT debe actuar”, Furlán destacó que “el pueblo trabajador atraviesa una emergencia social, caída del salario real, desempleo y cierre de industrias, mientras el gobierno de Javier Milei aplica un plan de ajuste, endeudamiento y privatizaciones al servicio del poder económico y financiero”.
El gremio metalúrgico exigió a la conducción de la CGT tres puntos "con carácter urgente":
"Es tiempo de transformar la preocupación en acción colectiva", concluyó el comunicado de la UOM, convocando a la CGT a "asumir el rol de conducción que la historia demanda".