

La obra social de los jubilados, el PAMI, quedó envuelta en un grave escándalo de corrupción tras la denuncia de Viviana Aguirre, exfuncionaria en La Plata y diputada suplente de La Libertad Avanza (LLA), quien reveló hechos irregulares durante la gestión libertaria.
Aguirre aseguró que el PAMI está atravesado por coimas, sobreprecios, cobros indebidos, venta de candidaturas y pedidos de retornos. Acusó directamente al armador bonaerense del partido, Sebastián Pareja, y a su colaborador Juan Osaba, de haberla despedido por negarse a encubrir esos hechos.
Además, afirmó tener grabaciones, audios y capturas de pantalla que respaldan las irregularidades denunciadas ante el juez Alejo Ramos Padilla. Relató que, antes de asumir su cargo, le exigieron un millón de pesos mensuales como “retorno” de su salario y la obligaron a firmar documentos ilegales.
"Nunca les cumplimos. Les dijimos que sí para que nos nombren y una vez adentro empezamos a investigar toda la corrupción dentro del PAMI", afirmó, apuntando directamente a Pareja como el principal responsable: "Él es intocable".
“La casta sigue adentro”
En declaraciones a C5N, Aguirre contó que se sumó a la campaña presidencial de Javier Milei ilusionada con el cambio que proponía, pero aseguró que el Presidente “traicionó a todos” una vez que asumió.
"Nos usó para la campaña y después nos desvinculó de La Libertad Avanza. La casta sigue adentro. Para nosotros es un dolor grande. Es la primera vez que me meto en política. Creía en él y en el cambio pero todo se volvió una corrupción plena", señaló.
Cabe destacar que el escándalo no se limita a la provincia de Buenos Aires. En Santa Fe ya se habían reportado denuncias por el nombramiento de candidatos provinciales en unidades del PAMI, y en la Ciudad de Buenos Aires se investiga un esquema similar, bajo las órdenes de Pilar Ramírez, jefa del bloque libertario en la Legislatura porteña.
El caso expone a LLA a fuertes críticas, ya que se acusa al oficialismo de utilizar al PAMI como caja política, repartiendo cargos entre militantes libertarios y solicitando retornos de los salarios. Una práctica propia de la “casta” que Milei prometió combatir.