Ignacio Kovarsky, presidente de la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (CARBAP), lanzó duras críticas contra las retenciones a las exportaciones del campo, calificándolas como “un robo” y exigiendo su eliminación definitiva.
En declaraciones al programa Diagonal a Contramano, el dirigente rural argumentó que este impuesto es una “aberración” que ha frenado el crecimiento del sector y del país, sin solucionar los problemas estructurales de Argentina.
Kovarsky se refirió a la baja parcial de retenciones implementada por el Gobierno Nacional, cuyo plazo vence el 30 de junio. Si bien expresó la esperanza del sector de que la medida “perdure en tiempo” o incluso se avance hacia un “cronograma de baja hasta eliminarlas”, fue enfático al señalar que no se trata de un “beneficio”. “En realidad es una corrección de una desviación, de una aberración que es cobrarle retenciones al agro”, afirmó.
El presidente de CARBAP recordó que el propio presidente Javier Milei ha calificado las retenciones como “un robo”. “No es que nos tiene que tirar un huesito, el huesito es nuestro. No lo tiene que haber robado nunca ninguno de los gobiernos argentinos con las retenciones”, sentenció Kovarsky.
El dirigente rural cuestionó duramente el impacto de este impuesto a lo largo de los años. Aseguró que, a pesar de haberse recaudado “más de 230 mil millones de dólares”, el país sigue con altos índices de pobreza ("60% de chicos pobres", "50% de personas pobres"), sin infraestructura adecuada ("no tenemos rutas, caminos", "se han destrozado los trenes") y con la educación "a pique".
“Lo único que han hecho es servirse la política de la plata del campo y hacerle creer a la gente de que están bien las retenciones”, acusó Kovarsky. Según el titular de CARBAP, esta política ha provocado la desaparición de “más de 120 mil productores” y el estancamiento productivo: “nunca más crecimos en producción de leche ni de carne ni cereal, estamos totalmente estancados”. Comparó la cifra recaudada con "dos planes Marshall" que, en su opinión, fueron "dilapidados".
Finalmente, Kovarsky defendió que la producción agropecuaria es propiedad privada del productor, comparable al sueldo de un trabajador o al stock de un comerciante. “No es opinable por la política ni por la gente, no es confiscable como han hecho con las retenciones, es de los productores, es su trabajo, es su producción, no es un bien público”, remarcó. Concluyó llamando a que Argentina vuelva “a ser un país normal” y elimine las retenciones “de una vez por todas”, recordando que solo un puñado de países en el mundo aplica este tipo de tributo a los alimentos.