Las negociaciones salariales entre la Unión Tranviarios Automotor (UTA) y las empresas de colectivos del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) siguen trabadas, y la amenaza de un nuevo paro de transporte público vuelve a sentirse, especialmente en el conurbano bonaerense.
Tras el fin de la conciliación obligatoria y una reunión sin avances, el futuro se definirá en una nueva audiencia convocada para mañana viernes.
El conflicto lleva meses empantanado. La UTA, liderada por Roberto Fernández, exige aumentos salariales que superen la inflación para no perder poder adquisitivo.
Por su parte, las cámaras empresarias, como la Asociación Argentina de Empresarios del Transporte Automotor (AAETA), aseguran no tener “herramientas” ni fondos para hacer frente a esas demandas. Las empresas apuntan contra el Gobierno Nacional, al que acusan de dejarlas en una “situación de asfixia” al no actualizar los subsidios ni autorizar un aumento suficiente en el precio del boleto.
La reunión del martes pasado no logró acercar posiciones. “No hay acercamiento posible entre las partes y nuestro reclamo no ha sido escuchado”, afirmaron fuentes del sindicato tras el encuentro. Ante esta falta de acuerdo, la UTA advirtió que está lista para retomar su plan de lucha: “reiniciaremos nuestras medidas legítimas de acción sindical suspendidas por el proceso conciliatorio”, dejaron asentado.
Frente a este escenario, las autoridades nacionales convocaron a una nueva audiencia para mañana viernes a las 3 de la tarde. Si de esa reunión no surge un acuerdo, se espera que la UTA defina la fecha para un nuevo paro de colectivos, una medida que impactaría con fuerza en la movilidad de millones de usuarios, particularmente en el conurbano bonaerense.