

La Unión Tranviarios Automotor (UTA), que lidera Roberto Fernández, generó ruido interno dentro del Consejo Directivo de la CGT por, nuevamente, prestarse a las necesidades del Gobierno de Javier Milei.
La UTA había preparado un paro de actividades para éste viernes, pero el Gobierno dictó la Conciliación Obligatoria por 15 días, por lo que impide al gremio de llevar adelante una medida de fuerza el próximo 10 de abril, cuando la CGT convocó a su tercer paro general.
Serán 15 días de negociaciones entre el gremio y las cámaras empresarias con la mediación del Estado. Más allá de que los usuarios del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) no sufrirán la ausencia de este servicio de transporte público.
En la Rosada creen que han logrado herir a la medida de fuerza de la central obrera. Sin embargo, parecen no recordar que el 9 de mayo del año pasado, durante el segundo paro general de la central sindical, la UTA tampoco participó pero igual la medida de fuerza fue contundente.
La discusión salarial entre el gremio de colectiveros y las empresas se venía estancando ante la falta de propuestas por parte de la patronal, pero sobre todo ante la inacción del Estado. Las reuniones se sucedían sin ningún tipo de acuerdo.