

A través del DNU 70 que lo habilita a tener superpoderes, Javier Milei volvió a concretar un endeudamiento con el Fondo Monetario Internacional, que busca cancelar una deuda que tiene el Tesoro con el Banco Central.
Según el artículo 1° del decreto, las operaciones de crédito público aprobadas bajo este programa tendrán un plazo de amortización de 10 años, con un período de gracia de 4 años y 6 meses.
Los fondos obtenidos se destinarán exclusivamente a “Cancelar letras intransferibles en dólares en poder del BCRA, comenzando por los vencimientos más próximos” y “cubrir pagos de deuda correspondientes al acuerdo firmado con el FMI en 2022”.
El Gobierno justificó la urgencia del decreto argumentando que es necesario fortalecer la posición financiera del Banco Central, garantizar la estabilidad macroeconómica, reducir las restricciones cambiarias y continuar con la política de disminución de la inflación.
El Ejecutivo argumentó la toma de deuda porque el país enfrentaba un cuadro crítico de estanflación, sin acceso al financiamiento externo y con reservas internacionales netas negativas de USD 11.200 millones.
El decreto también menciona que las reservas internacionales del Banco Central aumentaron en más de USD 7.000 millones desde el inicio de la nueva gestión, aunque sigue siendo necesario sanear su balance para garantizar una mayor estabilidad financiera.