

El episodio del Congreso de la Nación durante la Asamblea Legislativa donde el asesor presidencial y miembro del triángulo de hierro, Santiago Caputo, contra el diputado radical, Facundo Manes, es una maniobra más del Gobierno para encarar la estrategia electoral de este año.
Es que en las encuestas que contrató el Gobierno nacional marcan un poderío del peronismo en territorio bonaerense y Axel Kicillof no pierde puntos respecto de la elección del 2023, donde se consolidó con un 44%, mientras que los sectores opositores apuestan a una dispersión con La Libertad Avanza jugando en solitario.
Con este escenario, a los libertarios le suma la posibilidad de una tercera vía no peronista, que pueda dividir el voto opositor a las políticas de Casa Rosada y ponen fichas en que el neurocirujano sea de la partida.
Cerca de Santiago Caputo creen que la alternativa peronista, que puede encabezar Florencio Randazzo, no suma más de entre 3 y 5 puntos, lo que no mueve el amperímetro de la elección.
Además, lejos de un acuerdo con el PRO, desde Casa Rosada creen que el radicalismo irá en una contienda junto a sus exsocios, recreando lo que fue Juntos por el Cambio, por lo que la polarización con Facundo Manes es todo ganancia para La Libertad Avanza.
Si efectivamente el PRO juega con el radicalismo de Maximiliano Abad, la división de los votos paraoficialistas puede perjudicar a La Libertad Avanza y hay quienes especulan con una posibilidad de una elección de tres tercios. En el peronismo no ven ese escenario y apuestan a una polarización mano a mano con Milei.