

Entre las tensiones internas en el peronismo bonaerense que aumentaron este fin de semana por el lanzamiento del espacio kicillofista, desde la Legislatura bonaerense le suman presiones al gobernador por la inminente definición acerca del futuro de las PASO.
La provincia de Buenos Aires tiene por delante dos cuestiones a resolver de cara a las elecciones legislativas: el desdoblamiento o no de las nacionales, y la suspensión o la continuidad de las elecciones primarias.
Pese a que la segunda decisión queda en manos del recinto, en las últimas horas los legisladores de UxP comenzaron a hacer sonar sus presiones para que Axel Kicillof tome partido al respecto para ver cómo avanzar sobre tablas. Pero, según trascendió, su postura no llega.
Todo indica que el gobernador optaría por el desdoblamiento de la elección, en detrimento de lo que quieren el cristinismo y el Frente Renovador. Sin embargo, la suspensión de las PASO presenta un escenario más complejo para el oficialismo, que debería buscar la forma de dirimir la fuerte interna.
Tras la sanción del Senado de la Nación a la suspensión de las PASO, el PRO dio el primer paso y presentó un proyecto para replicar la decisión en el territorio bonaerense, aunque ya había uno guardado desde el año pasado del FR, presentado por Rubén Eslaiman.
Por su parte, los libertarios dialoguistas también se expresaron a favor de suspender las primarias mientras que, por ahora, el sector más grande que se pronunció en contra es la UCR. En ese escenario, el silencio del oficialismo bonaerense se torna más inquietante.
Bajo este panorama, uno de los escenarios posibles para el peronismo es llevar adelante una interna partidaria, es decir que la futura alianza electoral que conformen distintos sellos defina las reglas para una primaria propia que se podría dar para listas seccionales y municipales.
Por otra parte, se baraja la vuelta de las colectoras, que podrían habilitarse a través de un decreto del gobernador. Este mecanismo serviría solamente para dirimir internas municipales, ya que más de una lista podría ir colgada de la misma lista seccional.
Para fomentar la competencia, establecen que la nómina que supere el 8,33% de los votos ingresará a concejales. Sin embargo, hay dudas respecto de lo beneficioso o no de su implementación ya que las colectoras podrían ayudar a ordenar a la oposición.
Otra de las opciones es que el kicillofismo y el PJ apuesten a ponerse de acuerdo. Una tarea que parece difícil a partir del nivel de conflictividad entre las tribus, que se acrecentó en los últimos días tras el lanzamiento del espacio kicillofista.
Por último, si los mecanismos mencionados anteriormente fallaran, todo podría derivar en una ruptura entre el kicillofismo y el cristinismo. Lo que espera la Casa Rosada, es que finalmente los núcleos duros del peronismo vayan en listas separadas, punto clave para que las tribus pongan primera para llegar a un acuerdo.