

En una medida inesperada, el Gobierno Nacional decidió el despido de 260 personas en el PAMI y comenzó el proceso de vaciamiento del sector que trabaja sobre los más vulnerables.
Los gremios del sector aducen que hay “despidos a dedo” y entre ellos se encuentran profesionales médicos, terapistas, administrativos, trabajadores sociales, psicólogos y de diferentes áreas que estaban llevando adelante un proceso de tratamiento con los pacientes de la obra social.
Según pudo saber este medio, los despidos fueron definidos por aquellos números de legajos que corresponden al año 2020 en adelante. Incluso, dejaron sin su fuente laboral a delegados gremiales de los diferentes sindicatos que existen en el área.
“Me echaron del laburo”, comienza una carta de una de las trabajadoras profesionales que se enteró cuando su huella digital no era reconocida en la puerta de ingreso de una de las sedes del interior bonaerense. “Sin previo aviso y sin causa. Nos despidieron en una nueva tanda de despidos y amenazan con seguir haciendolo”, relata.
“Hace cinco años ingresé en la planta permanente de la obra social y siempre trabajé con profesionalismo, compromiso, responsabilidad y compañerismo. Eso lo pueden confiar mis compañeros y a mi es lo que más me importa”, muestra en su descargo.
La modalidad es muy perversa. Si bien no recibieron telegrama, no los dejan ingresar a su lugar de trabajo, donde ayer se conocieron los primeros despidos. Las trabajadoras y los trabajadores incluso denuncian que hay servicios que prácticamente quedan vacíos.
En total ya serían más de 550 despidos en el PAMI en los últimos 13 meses, en el organismo que tiene a cargo Esteban Leguízamo.