En el último tramo del año, el Gobierno bonaerense calienta motores para defender su proyecto de ley impositiva sobre las chispas de la oposición. Para abrir el paraguas, el titular de la Agencia de Recaudación de la provincia de Buenos Aires (ARBA), Cristian Girard, dio detalles sobre la ley.

Es que, tras un año marcado por los reclamos respecto a tributos como el Impuesto Inmobiliario Rural, desde la oposición incentivaron los palos contra Axel Kicillof. Su principal argumento es que, de salir la ley, se agravará la presión fiscal.

En contramano, Girard salió a explicar que “para casi el 90% de los contribuyentes, el incremento en la patente será del 13,8%, muy por debajo de la inflación proyectada” que, de acuerdo al Relevamiento de Expectativas del Mercado (REM) del Banco Central, será del 35% en 2025.

Además, se suma el regreso de las bonificaciones para buenos contribuyentes: del 5% para quienes no acumulen deudas y del 10% por pago anual. Según explicó el funcionario, quienes estén al día con sus impuestos tendrán una reducción adicional del 15% en su pago final.

“Es decir, no solo evitarán un aumento desmedido, sino que además pagarán menos que este año”, detalló. De esta manera, un vehículo que en 2024 pagó 73.873 pesos podría pagar 71.4547 pesos en 2025.

¿Qué se viene con esta ley?

La idea de la Provincia es “reconocer a los contribuyentes que cumplen con sus obligaciones impositivas”, como parte de su estrategia “para avanzar hacia una recaudación progresiva, donde quienes cumplen reciban un reconocimiento concreto”.

Por fuera de los automotores, el proyecto de ley impositiva mantiene los topes de aumento del 28% anual para el Impuesto Inmobiliario Urbano y Rural, al mismo tiempo que se conservan sin cambios las alícuotas de Ingresos Brutos.

Por último, el proyecto también prevé mantener el Régimen Simplificado que beneficia a un millón de contribuyentes, mientras que tributos como Sellos y Transmisión Gratuita de Bienes conservarán sus alícuotas sin ajustes adicionales.