En medio de la disputa de recursos entre Provincia y Nación, el gobernador Axel Kicillof se reunió con más de 40 dirigentes gremiales con el objetivo de reforzar su vínculo y analizar los pasos a seguir para hacerle frente a las medidas de Javier Milei.

Tras el impulso del ministro de Trabajo bonaerense, Walter Correa, Kicillof volvió a darle su espaldarazo a los sindicatos, que constituyen una pata fundamental del apoyo que cosecha el gobernador como líder opositor, junto a una serie de intendentes y miembros de su Gabinete.

Terminada la cumbre, fuentes gremiales deslizaron que sirvió para exponer desde las bases la situación que están atravesando los trabajadores de cada sector y avanzar en la conformación de una multisectorial que incluya a trabajadores, jubilados, estudiantes y empresarios.

Alianza con los gremios

Como bastión de la resistencia anti Milei, el Gobierno bonaerense busca optimizar el vínculo con los sindicatos con el fin de conformar un gran frente para combatir el ajuste libertario y llegar con ese apoyo a las instancias electorales.

Es que, en paralelo a las maniobras económicas para sostener a los trabajadores de la Provincia, un ala de la administración bonaerense comandada por Carlos Bianco y Andrés Larroque cocinan a fuego lento la proyección de Kicillof para conducir al peronismo nacional de cara al 2027.

En esa línea,  la Provincia selló hace tres semanas un aumento salarial con todos los gremios del 4,5% para agosto y un 4% para septiembre. El acuerdo alcanzó a todos los trabajadores de la administración pública, incluidos las fuerzas de seguridad y el Servicio Penitenciario Bonaerense.