Tras ocho meses de gestión, el Gobierno avanzó con su promesa de bajar impuestos y confirmó la reducción de la alícuota del Impuesto País en un 10%, que el propio Javier Milei había aumentado.

A través de su cuenta de X, el ministro de Economía de la Nación, Luis Caputo, adelantó: “A partir del lunes 2 de septiembre, la alícuota del Impuesto País para la importación de bienes y fletes se retrotraerá del 17,5% al 7,5%. ¡Prometimos y cumplimos!”, celebró.

Según trascendió, la medida será tanto para bienes como para servicios, pero no afectará la cotización que se utiliza para el turismo y las compras en el exterior. Por otra parte, el Gobierno Nacional no tocará el valor del dólar tarjeta, en $1551.

Cabe recordar que el 13 de diciembre de 2023, el gobierno libertario incrementó la tasa del Impuesto País sobre los servicios de fletes internacionales y las importaciones del 7,5% al 17,5%, aunque advirtieron que sería una suba transitoria.

Importante!
A partir del lunes 2 de septiembre la alicuota del Impuesto País para la importación de bienes y fletes se retrotraerá del 17,5% al 7,5%.
Prometimos y cumplimos!

— totocaputo (@LuisCaputoAR) August 28, 2024

¿Cómo es el panorama?

En principio, el anuncio de Caputo abre la puerta para que bajen los precios, aunque sin garantías de que ocurra en el corto plazo. Sin embargo, también pone contra las cuerdas el preciado superávit fiscal del Gobierno.

Si bien en términos de contrato electoral es un pequeño logro para el Gobierno, representa todo un desafío ya que el gravamen permitió compensar la caída de ingresos tributarios por el menor nivel de actividad económica.

En concreto, la quita del 10% al impuesto implicará una caída del 40% en una de las principales fuentes de recaudación que tiene el Gobierno, que en julio pasado aportó unos $650.000 millones, y además un abaratamiento del dólar importador (pagan alrededor de $1.116 por cada dólar).