Tras cerrar las paritarias con los gremios, el gobernador bonaerense Axel Kicillof volvió a pararse en la vereda de enfrente de Javier Milei. Es que, según trascendió, el libertario definió no avalar aumentos salariales por encima del 2% a partir de octubre.

Mientras crece la grieta entre el Gobierno y los gremios por la falta de presupuesto, las paritarias de los truncas y la imposición del salario mínimo de los docentes, la Casa Rosada dejó conocer que a partir de octubre también pisarán los salarios del sector privado.

Los rumores indican que la intención de Milei es ponerle un techo a las paritarias y no homologar ningún acuerdo que incluya aumentos del 2% mensual, mientras que el último dato de la inflación es del 4%.

En un nuevo capítulo de la rivalidad Provincia-Nación, Kicillof se hizo eco del rumor para salir al cruce: “Liberan el precio de los alimentos, de los remedios, del combustible, aplican tarifazo y boletazo… pero los liberales libertarios controlan, regulan y reprimen los aumentos salariales”.

Liberan el precio de los alimentos, de los remedios, del combustible, aplican tarifazo y boletazo… pero los liberales libertarios controlan, regulan y reprimen los aumentos salariales y quieren vetar el aumento a jubilados. Enriquecen a los acreedores, funden a las provincias.… pic.twitter.com/970cdmv005

— Axel Kicillof (@Kicillofok) August 23, 2024

A la lista de hitos libertarios le sumó que pretenden “vetar el aumento a jubilados” que aprobó el Congreso, y que sus políticas “enriquecen a los acreedores, funden a las provincias”, mientras le otorgan “cien millones de dólares para espionaje, cero para vacunas de dengue”.

Con ese prontuario en mano, afirmó: “No es teoría económica, es la defensa de los intereses concentrados y los poderosos”, y remarcó: “No es ajuste, es transferencia de los sectores medios, trabajadores y vulnerables a unos pocos bolsillos de millonarios y corporaciones”.

La crítica del gobernador tiene que ver con los argumentos detrás del techo paritario dado que, desde la óptica libertaria, los sueldos son solo un precio más de la economía, por lo que pretenden que no suban más allá de los dos puntos para contener la inflación.

En ese marco, la reacción de Kicillof se lee no solo como una muestra más de la confrontación ideológica y política con Milei, a quien denuncia por una millonaria deuda con la Provincia, sino que es una ratificación de su apoyo al sindicalismo, un actor político clave.