El radicalismo bonaerense sufre el divorcio luego de ocho años de Cambiemos y Juntos en alianza con el Pro y comienza a tomar forma de una nueva estructura, con los intendentes boina blanca a la cabeza.

El escenario de los radicales hoy se establece en tres bloques importantes y el partido centenario camina hacia la renovación de autoridades para fin de año con dos incógnitas: Por un lado, ¿lograrán separarse del Pro?, mientras que por otro se preguntan ¿se puede ser oposición en Provincia y Nación?

El primer paso que quieren dar desde el radicalismo es la unidad de sus tres patas. Para eso, los alcaldes que se reagrupan en el Foro comenzaron una cruzada para unir los bloques legislativos que hoy se dividen entre los más cercanos a Maximiliano Abad, con Diego Garciarena a la cabeza, y Claudio Frangul, con los 6 diputados que se identifican con Facundo Manes.

Ahora, la situación económica y la crisis que lleva la Universidad, cuna de los cuadros políticos radicales, lleva a los diferentes espacios del partido centenario a unir fuerzas y la columna de dirigentes será de unidad, detrás de las banderas de Franja Morada y las federaciones estudiantiles que comandan.

Al frente de esa columna estarán Martín Losteau, jefe del Comité Nacional, Maximiliano Abad, jefe del Comité provincial y expresidente de la FUA, Facundo Manes, uno de los dirigentes que desafía la conducción y los cinco gobernadores de estirpe radical. Incluso, el cordobés Rodrigo De Loredo, ferviente defensor de las políticas libertarias.

La Marcha Federal será el primer escenario que tendrá al radicalismo detrás de la misma bandera y hay algunos dirigentes que se ilusionan con la idea de mostrar un bloque de poder homogéneo para las próximas elecciones.

Sobre la situación en Provincia, los bloques tendrán una conversación con los jefes políticos y Facundo Manes se encuentra con posibilidades de poner condicionamientos a la alianza con el Pro y alejar al partido de los brazos del partido amarillo.