Desde el entorno del presidente, Alberto Fernández, ven con preocupación el acercamiento del líder del Movimiento Evita, Emilio Pérsico, con la vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner, que lesionarían por completo los sueños de reelección del primer mandatario nacional.

Cabe destacar que la extitular del Ejecutivo nacional, recibió al líder del Evita en su despacho un día después que una patota atacara en Isidro Casanova a sus militantes.  En algunos sectores del peronismo vincularon a la patota al intendente, Fernando Espinoza, ahora enfrentado al presidente del PJ bonaerense, Máximo Kirchner.

Fuentes partidarias contaron que Máximo fue uno de los primeros en llamar a los dirigentes para solidarizarse. Le devolvieron la gentileza al invitarlo a una misa en la catedral de San Justo, frente a la municipalidad de Espinoza, que se realizará hoy para pedir "por la paz".

En el Evita, que hasta ahora había sido el principal respaldo político del Presidente, sostuvieron que el acercamiento a Cristina se dio para fortalecer al Frente de Todos y con la voluntad de construir una alternativa competitiva a nivel nacional.

No queremos más violencia política en nuestro país. https://t.co/RfK12i5RnJ

— Movimiento Evita (@MovimientoEvita) November 25, 2022

Justamente la alternativa de apoyar la reelección parece extinguirse hasta para los propios colaboradores de Alberto. En el albertismo dijeron que la jugada de Cristina con Pérsico es un golpe letal. Creen que de ahora en más la vicepresidenta se dedicará a aislarlo sin siquiera mencionarlo para que su figura por lo que queda del mandato sea testimonial.

Para finalizar, esperan que Cristina siga sacándole soldados para reagrupar al peronismo detrás de su figura. "Alberto va a quedar cada día más desdibujado", reconocen.