

Tras el intento de magnicidio contra Cristina Fernández de Kirchner, se celebró en Luján la Misa por la paz. Aunque la oposición fue invitada, solo dos integrantes de Juntos se opusieron al rechazo generalizado y asistieron a la convocatoria; se trata de los intendentes Franco Flexas, de General Viamonte, y Martín Randazzo, de General Lamadrid.
La homilía en la Basílica contó con la presencia del presidente Alberto Fernández, el gobernador bonaerense Axel Kicillof y varios funcionarios del gobierno. La oposición, por otra parte, brilló por su ausencia a excepción de los jefes comunales radicales.
Bajo este panorama, Flexas afirmó que su participación en la misa de Luján se debió a que el "camino" del centenario partido es de "apertura al diálogo", y remarcó que el objetivo es "mejorar la institucionalidad".
Dicho esto, agregó: "Todos estamos de acuerdo y cansados de los discursos de odio. Pero no se va a dar un paso adelante si primero no hacen una autocrítica todos y cada uno de los partidos y “figuras políticas”.
"Es condición para un gobernante que esté siempre abierto al diálogo y eso intento expresarlo, por eso fui a la misa como también he hecho otros actos", enfatizó Flexas.
Por su parte, Randazzo justificó la decisión y comentó que recibió una invitación formal a presenciar la misa. En ese sentido remarcó que “no hay que perder de vista lo primordial y lo importante” para la sociedad, e hizo un llamado a “romper con la grieta”.