El massismo agarra la agenda anticorrupción y va por la Boleta Limpia

Tras la firma del DNU por la Extinción de Dominio, desde Cambiemos preparan un embate para regular, por ley, las candidaturas para las próximas elecciones.

Se trata del famoso (y polémico) proyecto de Boleta Limpia, que busca determinar que, quienes tengan condena en 1ra y 2da instancia, no puedan ser habilitados para ejercer cargos públicos o, incluso, ser candidatos en alguna lista.

Como adelantamos en La Letra Chica, la Legislatura bonaerense estudia un proyecto de ley impulsado por el diputado del Frente Renovador, Ricardo Lissalde, que busca establecer condiciones para la elección de los candidatos a ocupar cargos públicos provinciales y partidarios.

El original del proyecto involucra una restricción temporaria del derecho a ser elegido con lo cual no sólo se respeta el principio de inocencia, sino que es uno de los tantos institutos cautelares que, de manera razonable, tiene lugar antes del dictado de la sentencia firme.

“El tema de la corrupción es uno de los problemas más graves que enfrentan las sociedades modernas, enquistado en todos sus niveles, tanto en los ámbitos gubernamentales como civiles -entendida como el “abuso de poder para beneficio propio”, la corrupción provoca serios perjuicios en nuestras sociedades”, remarcó Lissalde.

Es por eso que, no podrán ser precandidatos en a cargos públicos electivos provinciales aquellas personas que estén condenadas, con fallo en segunda instancia, por delitos como enriquecimiento ilícito, malversación de caudales públicos, corrupción, negociaciones incompatibles con el ejercicio de funciones públicas.

Para ello, la iniciativa parlamentaria modificará la Ley de Elecciones Primarias, Abiertas y simultáneas (PASO) y la Ley Orgánica de los Partidos Políticos para adaptarlas a los requisitos que se proponen desde el Frente Renovador.

“Para lograr que la sociedad retome la confianza con los políticos, es necesario este tipo de iniciativas que den garantías de transparencia en un país donde la corrupción fue y es protagonista”, señaló Lissalde.