

Ante el preocupante incremento de los casos positivos de COVID-19 en la provincia de Buenos Aires, la Federación de Educadores Bonaerenses exigió que se garanticen las medidas de resguardo de docentes y alumnos de acuerdo con la realidad sanitaria de cada localidad y, de ser necesario, se suspendan temporalmente las clases presenciales.
“Donde haya necesidad de resguardo por el aumento de contagios o por saturación o colapso del sistema de salud, las autoridades sanitarias y educativas serán las responsables de definir la suspensión de clases” indicó la presidenta de la FEB, Mirta Petrocini.
Y agregó: “Cada distrito, cada localidad, cada escuela y cada aula presentan situaciones únicas. Por este motivo, las decisiones deben darse en cada contexto, que es dinámico, evoluciona día a día y es fluctuante, dependiendo de la circulación del virus y de todos los parámetros determinados por las recomendaciones sanitarias”.
Según con un estudio reciente de la FEB e información del Consejo Directivo de la institución, los protocolos sanitarios se garantizan y se respetan en las escuelas, pero existe un incremento exponencial de la curva de contagios en muchos distritos de la Provincia.
“Es necesario que se analice caso por caso y que se priorice la salud de toda la comunidad educativa de cada escuela”, enfatizó Petrocini y agregó que “donde existan zonas o distritos que estén en una situación de extremo riesgo, se deben suspender temporalmente las actividades escolares presenciales”.