

La familia de José Luis Cabezas, el reportero gráfico asesinado en 1997, denunció que el médico forense que omitió información clave para con los asesinos está próximo a ser titular de cátedra en la Facultad de Ciencias Médicas de la Uiversidad Nacional de La Plata (UNLP).
Se trata de Darío Amado, el forense que realizó la primera autopsia al cuerpo del reportero asesinado en General Madariaga por sicarios del empresario Alfredo Yabrán, y quien ocultó evidencias y fraguó informes.
Tras haber sido seleccionado por la comisión de Enseñanza de la Facultad de Medicina para ocupar la tutela de la cátedra de Medicina Legal, la familia de la víctima emitió un comunicado para repudiarlo.
“Amado se hizo famoso hace 24 años por haber participado en la causa judicial que investigaba uno de los crímenes políticos más estremecedores de la historia argentina de la postdictadura: el asesinato Cabezas” expresó Gladys, hermana de Cabezas.
En ese marco, la hermana de Cabeza relató que “Amado permitió que personal de inteligencia de la Policía Bonaerense entrara a la sala de la Asesoría Pericial y presenciara la autopsia. Después, y con mayor gravedad, cuando realizó la evaluación craneal deliberadamente omitió mencionar uno de los disparos que había en la cabeza del periodista”.
“Se ‘olvidó’ también de marcar rastros de golpes y finalmente fraguó la fecha de la firma de un policía de Madariaga para hacer pasar que estuvo presente durante los exámenes al cadáver. Amado fue denunciado y tras su ‘confesión’ y los resultados de la segunda autopsia la causa se encaminó” recordó Gladys.
Y apuntó: “A la frase que repetimos hace 25 años, No se olviden de Cabezas, deberíamos completarla con la frase no se olviden de la mafia, no se olviden de los mafiosos”
La hermana del reportero gráfico cuestionó “¿cómo puede ser que quienes mafiosamente participaron en el desvío de pistas de investigación, se mantengan impunes e intocables y peor aún, sean merecedores de premios sociales o reconocimientos?”.