El dirigente de La Cámpora, Máximo Kirchner, volvió a exponer las tensiones internas del peronismo y cuestionó con dureza los cambios de posicionamiento de algunos referentes kirchneristas tras las elecciones legislativas. En ese marco, advirtió sobre el avance del electoralismo por sobre la política y la gestión.
“Hay una disputa entre perdurar y trascender, y yo estoy más cerca de trascender”, afirmó el diputado nacional en una entrevista con Patas TV, donde marcó distancia de quienes, según sostuvo, priorizan la supervivencia política antes que la construcción colectiva.
Críticas al electoralismo
Kirchner sostuvo que el peronismo atraviesa una etapa en la que “el electoralismo está yendo por sobre la gestión y la política”, una lógica que, remarcó, “le hace mucho daño” al espacio. En ese sentido, cuestionó a los dirigentes que ordenan su discurso y su accionar únicamente en función del calendario electoral.
Tras confirmar que las elecciones internas del PJ se realizarán el próximo 15 de marzo, señaló que el proceso debe servir para ordenar el debate político puertas adentro. “Hay una fecha para que los afiliados, en caso de que no haya unidad, puedan hacer uso del voto”, explicó.
En uno de los pasajes más filosos, Máximo Kirchner dejó una definición que resonó fuerte en la interna partidaria. “A mí, más que administrar berretines, me gusta construir políticamente”, afirmó, y aclaró que no concibe la construcción política como un proyecto personal.
“Puede ser un defecto o una virtud, pero no me gusta construir en función de que la construcción termine en uno”, agregó, en un mensaje dirigido a los sectores que disputan poder dentro del PJ bonaerense y nacional.
Cristina y el poder económico
Asimismo, el dirigente también apuntó contra lo que definió como una debilidad ideológica de parte de algunos referentes del peronismo. Según planteó, la situación judicial de Cristina Kirchner dejó al descubierto miedos y silencios incómodos.
“Hay mucha dirigencia que ve la situación de Cristina y le da miedo, se nota cuando hablan. Desaparece de su discurso el poder económico y eso los vuelve timoratos”, lanzó.
En esa línea, cuestionó los cambios bruscos de lealtad política. “Hay gente que un día dice ‘la vida por Cristina’ y otro día dice ‘la vida por otro’. ‘Cristina o nada’ y después ‘Cristina nada’. Eso no se puede hacer desde el resentimiento”, concluyó.