La tregua en el peronismo bonaerense parece haberse quebrado definitivamente en la antesala de la reunión del PJ en Malvinas Argentinas. La decisión de Verónica Magario de postergar la actividad legislativa hasta finales de febrero de 2026 cayó como una bomba en el bloque de Fuerza Patria, especialmente entre los legisladores que responden a la conducción de Máximo Kirchner.

Un grupo de 11 senadores alineados con Cristina Kirchner reaccionó con una nota exigiendo una reunión inmediata para tratar leyes clave de salud y regularizar las autoridades de la cámara, advirtiendo sobre posibles nulidades institucionales.

Ante lo que consideran una parálisis deliberada de la Cámara Alta, un grupo de once senadores —entre ellos figuras de peso como Sergio Berni, Fernanda Raverta y Emmanuel Santalla— envió una nota con carácter de “urgente” exigiendo una audiencia con la vicegobernadora.

El reclamo principal gira en torno a la falta de respuesta a los pedidos de sesión especial realizados el 12 y 15 de diciembre para tratar proyectos que el propio ministro de Salud, Nicolás Kreplak, calificó de vitales para la provincia.

Los puntos de conflicto detallados por los legisladores exponen una crisis de legalidad en el funcionamiento del cuerpo. En primer lugar, advirtieron sobre la “nulidad insanable” de las licencias otorgadas en la sesión preparatoria, denunciando una violación al reglamento interno y exigiendo la regularización inmediata para que puedan jurar las senadoras Roxana López y Marisa Pirillo.

Asimismo, el kirchnerismo subraya que no se puede dilatar más el tratamiento de los proyectos PE 1/24-25 y PE 2/24-25, referidos a la creación de la Empresa de Emergencias y el Centro Farmacéutico, dos pilares del esquema sanitario de Axel Kicillof que podrían perder estado parlamentario.

Finalmente, la nota insiste en la necesidad de elegir autoridades de la Cámara, un casillero que permanece vacío por la falta de acuerdo político y que hoy mantiene la línea de sucesión bajo un signo de interrogación.

Con las firmas de Díaz, Berni, Macha, Martínez, Laurini, Videla, Raverta, Santalla, Clark, Bastida y Curi, el kirchnerismo duro le marcó la cancha a Magario y dejó en claro que la “prioridad es asegurar que las instituciones funcionen dentro del marco de la legalidad”.