La tensión entre La Libertad Avanza y el PRO de Cristian Ritondo en Bahía Blanca finalmente estalló cuando en la sesión de este martes, los concejales ritondistas acompañaron al peronismo y quitaron a Mauro Reyes de la conducción del Concejo Deliberante.

El acuerdo permitió colocar a Gisela Caputo, electa por LLA pero luego reincorporada al PRO, al frente del cuerpo. Su nombre llega respaldado por el sector que en las últimas semanas defendió el paquete fiscal impulsado por el intendente Federico Susbielles.

La votación confirmó el quiebre que se venía insinuando desde noviembre, cuando el bloque ritondista apoyó la ordenanza fiscal 2026. Aquella decisión ya había generado un fuerte malestar libertario y expuso un distanciamiento.

El nuevo esquema incluyó también cargos clave: Gonzalo Vélez quedó como secretario del Concejo y Pablo Daguerre asumirá al frente de la OMIC, ambos referenciados en el sector de Ritondo y alineados con el oficialismo local.

“Traidores”: la reacción de LLA 

El diputado libertario Oscar Liberman dijo: “Lo que sucedió recién es el ejemplo de por qué la gente dejó de creer en la política”. Y aseguró que el PRO y el oficialismo “están haciendo negocios con la Municipalidad como si fuera un botín” y acusó a los ediles ritondistas de ser “los mismos traidores que acompañaron el impuestazo”.

La fractura se da en un escenario provincial atravesado por tensiones, especialmente tras la ley que autorizó a Axel Kicillof a tomar deuda por 4.000 millones de dólares a cambio de ampliar cargos en el Banco Provincia, otra votación que dividió aguas en la oposición.

Con Caputo en la presidencia y con puestos estratégicos para el sector ritondista, el mapa político de Bahía Blanca quedó reconfigurado. Ahora resta saber si esta ruptura queda acotada al distrito o si abrirá nuevas grietas en la relación provincial entre el PRO y LLA.