El Banco Provincia (BAPRO) tendrá un esquema de conducción renovado luego que la Legislatura aprobara la ampliación del directorio impulsada por el gobernador Axel Kicillof. La decisión llegó en paralelo al tratamiento de la Ley de Financiamiento que incluye un pedido de endeudamiento por USD 3.685 millones.

Finalmente, la Cámara alta aprobó los 14 pliegos que completan la integración del banco. Entre los directores titulares estarán Carlos Orsingher, Julio Pereyra, Alejandro Formento, Javier Ozuna, Matías Ranzini, Fernando Rozas, Martín Rodríguez, Marcelo Daletto y Carlos Moreno.

En tanto, los vocales asociados serán Sergio Bordoni, Adrián Urreli y Fernando Pérez. La sindicatura quedará conformada por Laura González y Gabriela Demaría.

Asimismo, la discusión en el Senado expuso diferencias internas dentro del radicalismo: mientras el bloque UCR–Cambio Federal acompañó la iniciativa, el sector UCR–Somos Buenos Aires votó en contra del decreto ley 9343 que fija la nueva composición del Bapro.

Las modificaciones 

La reforma de la Carta Orgánica establece un cuerpo directivo compuesto por un presidente y nueve vocales, incorporando un miembro más respecto del formato previo. También se suman tres vocales asociados y dos síndicos que podrán participar de las reuniones, aunque sin derecho a voto.

Además, se permitió cubrir vacantes y resolver mandatos en transición. La Vicepresidencia permanecía abierta desde 2024 y varios cargos expiraban en diciembre, en un escenario donde distintos espacios buscaban representación. Continuarán prorrogados Santiago Nardelli, Carlos Fernández y la propia Laura González.

La nueva estructura busca fortalecer el funcionamiento institucional del banco y redefinir el vínculo entre oficialismo y oposición dentro del directorio. Además, se avanzó en acuerdos paralelos para completar los cargos del Consejo General de Educación y del Tribunal Fiscal de la Provincia.

Las funciones centrales del directorio abarcan la administración general del banco, la aprobación de líneas estratégicas, el control de operaciones financieras y la designación de autoridades internas. También deben validar balances, establecer tasas y dictar normas de auditoría.

Con esta reorganización, el Banco Provincia encara una etapa clave para sostener su rol dentro del sistema financiero bonaerense, con un esquema de conducción más amplio y producto de una negociación que alineó a ambos bloques legislativos.