La Legislatura bonaerense quedó al borde de votar el endeudamiento de Axel Kicillof, y uno de los principales escollos, la ampliación del directorio del Banco Provincia (BaPro), ha expuesto una profunda grieta dentro del PRO.
La situación es incómoda en el partido, y ningún dirigente dice abiertamente que es necesaria la ampliación de la mesa de conducción del Banco, mientras que un sector negocia activamente los lugares. Todo es observado por La Libertad Avanza, socio estratégico de los amarillos que está en las antípodas de agrandar organismos del Estado.
La división interna en el PRO se da entre dos “tribus”: la que busca el acuerdo con LLA y la que se mantuvo al margen. La grieta se acentúa con quienes están obligados a participar de la conversación porque quieren asegurar el fondo para los intendentes amarillos.
El sector del ministro del Interior, Diego Santilli, no acompañará el endeudamiento “pase lo que pase” y rechazaría la solicitud de deuda, especulando que el oficialismo podría lograr los dos tercios con el radicalismo y los bloques dialoguistas. A pesar de esto, se espera que busquen "cobrar" con algún lugar en el BaPro.
A pesar de la tensión y las desmentidas, hay al menos tres expresiones internas del PRO con un ojo puesto en las vacantes del directorio de la banca pública. Por el lado de Néstor Grindetti aparece Adrián Urreli, mientras que Cristian Ritondo propone a Matías Ranzini, hoy con una luz de ventaja.
Daniel Angelici postula a Christian Gribaudo, actualmente jefe de bloque en el Senado.
La mayor diversidad interna se concentra en el Senado, el cuerpo que debe aprobar los pliegos (con los 12 apellidos), donde coexisten prolibertarios como Alejandro Rabinovich, macristas de pura cepa como Alex Campbell, grindettistas como Jorge Schiavone, librepensadores como Marcelo Leguizamón y el mencionado Gribaudo.