La discusión por el Presupuesto 2025 de Axel Kicillof se tensó en la Legislatura bonaerense, donde los bloques opositores decidieron avanzar con un dictamen propio y no acompañarán la iniciativa tal como fue enviada por el Ejecutivo.
Esta movida reordenó el tablero político, ya que el endeudamiento no obtuvo luz verde en la Comisión de Presupuesto y deberá ser tratado nuevamente el próximo martes.
El diputado de UCR-Cambio Federal, Diego Garciarena, sintetizó la postura común de la UCR, Cambio Federal, el PRO y la Coalición Cívica. La oposición busca darle al Ejecutivo “las herramientas que necesita”, pero sin habilitar mecanismos que denuncien como discrecionales y que generen perjuicios a municipios y contribuyentes.
Los puntos centrales de las exigencias del dictamen alternativo son una búsqueda de “Equilibrio Fiscal y Gasto Público”. Los bloques incluyen el compromiso de avanzar hacia el equilibrio fiscal y una administración más estricta del gasto público, buscando garantizar que la Provincia cumpla sus obligaciones sin comprometer recursos ni generar incertidumbre en las partidas.
Además, exigen “Refuerzo de la Protección Social”, haciendo hincapié en que toda política de recaudación y distribución debe sostener prioridades claras para los sectores más vulnerables, promoviendo "políticas públicas sostenibles" en lugar de “parches temporales”.
Garciarena destacó la propuesta de eliminar Ingresos Brutos para las billeteras virtuales, un tributo que, según afirman, “desalienta la inclusión financiera”. También proponen una escala progresiva y proporcional para el impuesto automotor con el fin de moderar su impacto.
Además, se reitera el reclamo de intendentes opositores. La creación de un fondo fijo, actualizable y de libre disponibilidad para dar previsibilidad a las gestiones locales y equilibrar la relación fiscal con la Provincia. Se trata de un fondo de 600 mil millones, lo que significa casi un tercio del endeudamiento que pide el Ejecutivo.
El Presupuesto y la Ley Impositiva sí obtuvieron despacho en la comisión con el respaldo del oficialismo, pero la decisión de la oposición de avanzar con su propio dictamen deja abierta la negociación y presiona al gobierno de Kicillof a ceder en aspectos clave.