El radicalismo del Gran Buenos Aires se congregó en un encuentro masivo en el tradicional restaurante Lalín, donde más de 200 dirigentes se reunieron para reflexionar sobre el presente y el futuro del partido. El evento contó con la presencia de figuras relevantes como el senador nacional por la provincia de Buenos Aires, Maximiliano Abad, el exintendente de San Isidro, Gustavo Posse, y el exvicegobernador Daniel Salvador.

Durante su discurso, Abad reconoció los desafíos que enfrenta la Unión Cívica Radical y realizó una fuerte convocatoria a recuperar la fuerza y la organización en todo el territorio bonaerense.

El senador nacional atribuyó la debilidad actual del partido a una “falta de visión de futuro”, y llamó a la militancia a involucrarse en el resurgimiento, afirmando que “ahora es momento de poner el cuerpo, el alma y la cabeza en la reconstrucción del partido”.

Abad fue enfático al establecer la conexión entre el resurgimiento provincial y el futuro nacional del espacio. Sostuvo que “no hay radicalismo nacional si no hay radicalismo fuerte en la provincia de Buenos Aires”, y advirtió que el partido no puede quedarse quieto “ni esperar que otros generen las condiciones para que vuelva a ocupar un lugar de centralidad en la política Argentina”.

En su intervención, Abad demandó autonomía de las demás fuerzas políticas, al señalar que no quiere “un radicalismo a la deriva esperando que alguien le tire un salvavidas”.

Por el contrario, instó a los presentes a construir su propio camino, ordenando la interna y generando una identidad política propia. La reunión contó con una amplia representación, incluyendo intendentes, concejales, legisladores provinciales y nacionales, consejeros escolares y militantes.