El director general de Cultura y Educación bonaerense, Alberto Sileoni, salió al cruce del Gobierno nacional tras la decisión de derogar el decreto que regulaba las cuotas y matrículas de los colegios privados, medida que consideró “arbitraria” y “dirigida a un pequeño sector”.
Sileoni explicó que la medida afecta principalmente a “un grupo reducido de escuelas privadas sin ningún tipo de aporte estatal”, y advirtió que en la provincia de Buenos Aires “la mayoría de los colegios privados, unas 4.300 de un total de 6.000, reciben subvención estatal, en porcentajes que van del 80 al 100 por ciento”.
“En la Provincia hay requisitos, inspecciones y evaluaciones para acceder a la subvención. No se trata de un privilegio, sino de una política que garantiza el acceso educativo en todos los territorios”, sostuvo el funcionario, y recordó que muchas de esas instituciones son la única oferta educativa en determinadas localidades, y lamentó el retroceso que implica la decisión del Ejecutivo nacional.
“Ya discutimos como sociedad en los años sesenta si estaba bien subvencionar la educación privada. Es un modo de ayudar a las familias. Que hoy se cuestione eso es preocupante”, afirmó.
Sileoni también reveló que la Provincia tuvo que asistir de urgencia a varias escuelas privadas para evitar su cierre por falta de recursos. “Aunque tengamos escuelas públicas disponibles, cuando cierra una escuela privada también hay un fracaso social”, advirtió.
El funcionario hizo especial hincapié en la situación de los establecimientos que atienden a niños y niñas con discapacidad, que, según dijo, “estuvieron al borde del colapso por el abandono del gobierno nacional”.
“Este año y el que viene van a ser más difíciles, pero hay un interés claro del gobernador Axel Kicillof en sostener y mejorar la infraestructura educativa. La materialidad tiene que ver con la calidad y con la dignidad de nuestros pibes”, cerró.