El radicalismo bonaerense logró aplacar su intensa interna en un plenario del Comité Provincia de la Unión Cívica Radical (UCR). Los dirigentes boina blanca desactivaron la maniobra para descabezar a la estructura bicéfala del partido, logrando prorrogar los mandatos de sus líderes actuales.

En el encuentro, convocado de urgencia, se resolvió prorrogar los mandatos de Miguel Fernández (Comité Provincia) y Pablo Domenichini (Convención de Contingencia).

De esta manera, se evitarán las elecciones complementarias ordenadas por la Justicia para noviembre, silenciando la disputa por la conducción por casi un año. Se estableció que una nueva elección para definir a las nuevas autoridades se realizará en septiembre de 2026, con el objetivo de normalizar el partido.

Aunque parezca mentira, la discusión se dilató por lo que pasaba en la Ciudad de Buenos Aires, donde Martín Lousteau, presidente de la Convención Nacional y posible interventor del Comité Provincia, pelea voto a voto por el ingreso al Congreso.

Otras decisiones clave tomadas en el plenario fueron:

Asunción de Delegados Nacionales: Se definió que los delegados electos para el Comité Nacional asuman en sus cargos. Ellos son el senador nacional y la intendenta Érica Revilla por la lista Unidad Radical, y el histórico dirigente Federico Storani y la diputada Danya Tavela por la línea Futuro Radical.

Asunción de Presidentes Distritales: Se decidió que los presidentes distritales cuya elección fue cuestionada en la Justicia también asuman en sus cargos.

Con estas resoluciones, la compleja situación de la UCR bonaerense queda "cristalizada" por once meses, postergando la definición de la nueva conducción del partido hasta los comicios internos de septiembre de 2026.