

El Gobierno nacional promulgó las leyes de financiamiento universitario y de emergencia pediátrica en todo el país, luego de que el Congreso rechazara los vetos del presidente Javier Milei, pero postergó su aplicación, dejando ambas normas sin efecto operativo real.
Según los textos oficiales, el Poder Ejecutivo argumentó que la entrada en vigencia inmediata de las leyes generaría un impacto fiscal insostenible para las cuentas públicas. En ese marco, el Gobierno dispuso que su aplicación quede suspendida hasta que el Parlamento defina fuentes de financiamiento y asigne partidas en el Presupuesto 2026.
Así, el Ejecutivo recordó que el Congreso “omitió indicar de manera fehaciente” cómo se financiarían las erogaciones que implican estas normas, replicando el argumento expuesto en septiembre por el jefe de Gabinete, Guillermo Francos.
Promulgación álgida
Las dos leyes habían sido aprobadas con amplio respaldo opositor, tras la decisión del Senado de voltear los vetos presidenciales. Sin embargo, aunque el Ejecutivo cumplió con el trámite formal de promulgación, condicionó su ejecución a la disponibilidad presupuestaria, lo que en la práctica bloquea su implementación.
Desde Casa Rosada, el vocero presidencial Manuel Adorni intentó bajar el tono de la tensión política y económica: “La Argentina atraviesa un momento complicado, pero está lejos de una situación terminal”, afirmó.
La declaración aludió a los dichos del presidente estadounidense Donald Trump, quien había asegurado que el país “lucha por su vida”. Adorni defendió la decisión de congelar la aplicación de las leyes al sostener que “no se puede gastar lo que no se tiene” y que la administración Milei “heredó un desorden enorme”.