

A pesar del acuerdo político entre el PRO y La Libertad Avanza, la alianza difícilmente tendrá su correlato en la Legislatura de la provincia de Buenos Aires. La derrota electoral del 7 de septiembre desinfló las intenciones del partido amarillo de conformar un superbloque en la Legislatura bonaerense.
Según fuentes del PRO, los legisladores “amarillos” se muestran poco propensos a conformar un bloque común con los libertarios.
La falta de voluntad para unir los bloques es un síntoma de la crisis interna que atraviesa el PRO bonaerense. Un sector importante de senadores y diputados rechaza de plano la idea y dirige sus críticas hacia Cristian Ritondo, presidente del partido en la provincia y principal artífice de la alianza con los libertarios.
Los cuestionamientos se hicieron más fuertes después de la derrota electoral del 7 de septiembre, en la que el peronismo se impuso por una diferencia de 14 puntos. El argumento de Ritondo, de que la unidad aseguraría el triunfo, “falló”, según las críticas.
En medio de la crisis, los dirigentes del PRO prefieren mantener la distancia y no tomar una definición por el momento, a la espera de que el gobierno nacional logre controlar el rumbo en las próximas semanas.
Por su parte, el expresidente Mauricio Macri reunirá el martes a todos los candidatos del PRO, una foto que servirá como respaldo al Gobierno pero que también mostrará un doble sentido, según el texto: el expresidente “mostrará su poder de fuego”, y reafirmará su poder propio.