

La empresa de motos de alta gama KTM, del Grupo Simpa S.A., cerró su planta en Campana y dejó a más de 50 trabajadores en la calle.
Ante la situación, la diputada provincial Soledad Alonso presentó un Proyecto de Declaración para repudiar la medida y denunciar el incumplimiento de la conciliación obligatoria, mientras que el intendente local, Sebastián Abella, mantuvo un completo silencio.
El cierre de la fábrica, que operaba en la ciudad desde 2013, se enmarca en la política de “apertura indiscriminada de importaciones” del Gobierno de Javier Milei, según el comunicado de la diputada.
La compañía había manifestado su decisión de importar motocicletas terminadas desde Austria e India, priorizando la rentabilidad por encima de la producción nacional.
El vaciamiento de la planta comenzó el 8 de septiembre, dejando a más de 50 familias en la calle y a un grupo de trabajadores forzados a aceptar indemnizaciones muy por debajo de lo que corresponde.
La diputada Soledad Alonso, en sus declaraciones, se mostró particularmente dura con la actitud del intendente de Campana, Sebastián Abella.
“En un contexto de creciente desempleo, con una reinserción laboral muy limitada, su conducta se orienta a dilatar los tiempos y forzar a los trabajadores a aceptar indemnizaciones muy por debajo de lo que corresponde”, señaló Alonso, calificando la práctica como “abusiva”.
La legisladora tildó de “inadmisible” el silencio del intendente, quien, a pesar de haber festejado años atrás las inversiones en esta misma empresa, elige hoy “esconderse y callar” ante el cierre de una planta que generó empleo en su ciudad por más de una década.
“Detrás de cada despido hay una familia que sufre y una comunidad que se debilita”, afirmó.