

Las repercusiones de la dura derrota electoral de La Libertad Avanza (LLA) en la provincia de Buenos Aires siguen generando reproches entre los actores políticos del espacio.
El principal señalado por el PRO, que aportó solo un 25% de los candidatos en las listas, es Sebastián Pareja, el armador libertario designado por Karina Milei.
Desde el partido amarillo le achacan a Pareja no haberlos consultado durante la campaña, incluso en municipios donde el macrismo tenía una fuerte presencia.
Una fuente del PRO aseguró que Pareja busca responsables externos, pero que “la responsabilidad de la campaña la tuvo él. Tuvo el manejo de los recursos, la estrategia, no amplió la mesa de decisiones ni fue a buscar a los radicales para sumarlos, algo que le pedimos”.
El descontento se agrava por la percepción de que fueron “expulsados” de la estrategia para que los libertarios pudieran decir que solo con el “violeta alcanzaba para ganar”.
Como prueba de la ineficacia de esa estrategia, en el PRO sostienen que las tres victorias importantes de la alianza se lograron en municipios gobernados por intendentes macristas, lo que subraya la importancia de sus estructuras locales frente al fracaso de la campaña general.
Las críticas también apuntan a los hermanos Menem, Lule y Martín, por las decisiones tomadas en el armado electoral.