

Ante un auditorio semivacío y un clima frío, el presidente Javier Milei reconoció la "contundente derrota" de La Libertad Avanza en las elecciones legislativas.
En un breve y tenso discurso de apenas seis minutos, prometió una "profunda autocrítica", pero dejó una advertencia clara: el rumbo económico no se negocia.
Rodeado de un gabinete en estado de shock, con ministros que no ocultaban su desánimo y alguna "lágrima contenida", el Presidente buscó transformar el duro golpe en un relanzamiento. "O La Libertad Avanza, o el país retrocede", sentenció, polarizando el escenario de cara a las elecciones nacionales de octubre.
¿Se vienen cambios?
El primer mandatario admitió la necesidad de revisar la estrategia y prometió cambios. "No hay opción de repetir los errores. De cara al futuro vamos a corregir todos nuestros errores", afirmó Milei.
Sin embargo, su mensaje de fondo fue de ratificación, cerrando su discurso con una cita de Winston Churchill: "El éxito no es definitivo, el fracaso no es fatal: lo que cuenta es el coraje para continuar".
Dos figuras clave bajo la lupa
La derrota, más categórica de lo esperado ya había generado tensiones internas. Las miradas en el búnker apuntaban a dos figuras clave de la fallida estrategia bonaerense: el armador Sebastián Pareja y la hermana del presidente, Karina Milei.
Mientras algunos ministros admitían fuera de micrófono que "no esperábamos este resultado", otros intentaban minimizar el impacto, calificándolo como "una elección provincial" con "ocho elecciones distintas". Pero la realidad en el búnker de Gonnet era ineludible.