

En una jornada electoral marcada por la tensión y la polarización, el intendente de Carlos Casares, Daniel Stadnik, eligió una puesta en escena de perfil bajo y sin estridencias. El jefe comunal enrolado en Fuerza Patria emitió su voto en la Escuela Nº1.
A diferencia de otros dirigentes que aprovechan el momento del sufragio para lanzar declaraciones de alto impacto, el intendente kicillofista cumplió con su deber cívico, posó para la foto y se retiró, dejando que la imagen hablara por sí sola.
El "voto tranquilo" del alcalde busca transmitir un mensaje de control y confianza en su estructura. Es la puesta en escena de un jefe comunal que no necesita levantar la voz porque se siente seguro en su bastión.
En un día donde cada gesto es analizado al milímetro, la calma de Stadnik se convierte en su principal activo político, una forma de diferenciarse de la "rosca" y el ruido, y de mostrarse enfocado únicamente en el desarrollo de la jornada democrática en su pago chico.