

El presidente Javier Milei encabezará esta tarde el cierre de campaña en la provincia de Buenos Aires, en un contexto de alta tensión política y sospechas cruzadas.
En el peronismo bonaerense se maneja la teoría de que el Gobierno nacional podría buscar una “victimización” para desviar la atención de los últimos escándalos que han salido a la luz, como las escuchas de Diego Spagnuolo y las denuncias de coimas.
En el peronismo bonaerense creen que Milei es “una imitación barata” de Bolsonaro y Trump”, y que es capaz de “apelar al manual de la derecha internacional” en referencia a la utilización política de ataques o atentados.
En ambos casos, el sprint final de la campaña de Estados Unidos y Brasil tuvo un momento de tensión por un supuesto ataque de extremistas que no cumplieron el objetivo de magnicidio, aunque si logró enaltecer las figuras atacadas. El propio Trump declaró luego del atentado que se creía “invencible”.
La provincia insiste en la falta de seguridad
El ministro de Seguridad provincial, Javier Alonso, ya le había trasladado a la Casa Militar, a cargo de la seguridad del presidente, su preocupación por el lugar elegido: un “potrero de un club barrial” en la localidad de Trujui, Moreno, que no cuenta con la infraestructura mínima para un evento masivo.
Alonso destacó además que el terreno tiene un “alambrado precario” y se encuentra embarrado por las recientes lluvias.
Aunque el gobierno de Axel Kicillof no quería que el acto se realizara en ese lugar, la “intransigencia” del espacio libertario impidió un cambio de escenario.