

El ministro de Seguridad bonaerense, Javier Alonso, apuntó directamente contra la Conmebol y la dirigencia del Club Atlético Independiente, responsabilizándolos por los graves incidentes de violencia que derivaron en la suspensión del encuentro contra la Universidad de Chile por la Copa Sudamericana.
En declaraciones a Infobae, el funcionario del gobierno de Axel Kicillof afirmó que los disturbios, que causaron destrozos en las instalaciones del club de Avellaneda, podrían haberse evitado si se hubieran considerado las advertencias previas realizadas por su cartera.
“Si el partido se suspendía en el primer tiempo, no hubiese pasado nada”, aseguró el funcionario.
Cuestionamientos a la dirigencia
Alonso criticó la falta de control por parte de la seguridad privada, la cual era responsabilidad del club. “Lo que ocurrió fue ya adentro, y allí la responsabilidad era de la seguridad privada”, señaló.
Además, puntualizó que no había una línea de seguridad que impidiera el accionar de los hinchas visitantes, un factor clave para que la situación escalara.
Las críticas alcanzan directamente al presidente de Independiente, Néstor Grindetti, y al diputado Cristian Ritondo, ambos parte de la dirigencia del club. El ministro fue enfático al decir que los protocolos de la Conmebol, que exigen a los clubes la presentación de un plan operativo, "no se cumplieron".
El funcionario detalló los graves daños dentro del estadio: “Destrozaron todo el estadio adentro: arrancaron fierros de las escaleras, rompieron baños, mingitorios e inodoros”.
Pese a los incidentes internos, Alonso aclaró que “los hinchas llegaron en el horario establecido, se coordinó el traslado con la Policía de la Ciudad, ingresaron a la cancha y no hubo disturbios afuera”.