El dirigente social Juan Grabois busca llevar al peronismo a una situación de máxima tensión en la Ciudad de Buenos Aires y en la provincia de Buenos Aires, al no inscribir a su partido, Patria Grande, en el frente Fuerza Patria para las elecciones nacionales de octubre.

Grabois espera un "gesto" de la presidenta del PJ Nacional, Cristina Kirchner para evitar una ruptura definitiva antes del cierre de listas.

Según fuentes cercanas a Grabois, su negativa a firmar la integración del frente se debe a la falta de garantías sobre el armado de las listas. El dirigente social se ha guardado la carta de adherir con su partido e incluso de postular candidatos sin su sello, dejando el panorama abierto, aunque en el peronismo confían en que Cristina Kirchner logrará alinearlo.

La amenaza de ruptura de Grabois no es nueva; ya desde hace semanas venía amagando con esta posibilidad para las elecciones nacionales, promoviendo a figuras como Ofelia Fernández y Natalia Zaracho.

Además, lanzó un ataque directo contra Sergio Massa, a quien rechaza como candidato. Desde el massismo, sin embargo, restan importancia a la amenaza, calificándola de "excusa" y sugiriendo que Grabois "quiere ir solo porque cree que mete dos diputados".

La situación ha generado incluso "algunas bromas en los chats que comparten intendentes del peronismo bonaerense". Pese a la tensión, cerca de Grabois afirman que la no adhesión al frente está "acordada con Cristina" y que esperan una negociación hasta el 17 de agosto, fecha de cierre de listas.

Desde Patria Grande, aclaran que "no van a militar la boleta de Massa", pero no descartan apoyar la boleta si la cara principal es otra o si hay lugares para dirigentes que promuevan una "renovación" en el peronismo.