

Una nueva encuesta de Zuban-Córdoba reveló un giro significativo para con el Gobierno nacioanl. Por primera vez desde que asumió la presidencia, el rechazo a Javier Milei supera el 53% y se consolida como el principal eje de identidad política negativa del país.
De esta manera, el fenómeno del antimileísmo, que en enero alcanzaba al 46,5% de la población, se disparó al 53,6% en julio, superando incluso al histórico antikirchnerismo, que cayó al 45,2%.
Este cambio se da en un contexto de fuerte polarización y desgaste acelerado de la figura presidencial. El mileísmo, que en mayo de 2024 contaba con una adhesión del 42,3%, cayó al 32,4% en enero de este año y tocó un nuevo piso del 28,1% en julio. Es una baja de más de 14 puntos en poco más de un año.
Por contraste, el kirchnerismo experimentó un leve repunte tras la detención de Cristina Fernández de Kirchner, que reactivó los niveles de identificación en su núcleo duro: del 27,9% en enero pasó al 34,3% en julio. Aun así, su techo parece mantenerse estable desde hace meses, y sigue por debajo de los niveles previos a 2024.
En cuanto al peronismo en general, el 39,7% se declara identificado con el movimiento, mientras que el 38,7% se define como antiperonista. Las cifras reflejan una paridad histórica que persiste pese a los vaivenes del sistema político.
La encuesta también indaga en las motivaciones de cara a las próximas elecciones. El 52,8% de los encuestados dijo que su voto buscará castigar al gobierno nacional, mientras que sólo un 38,3% piensa premiarlo. Incluso entre los votantes que eligieron a Milei en el balotaje, un 16,6% admite que ya no lo acompañará, frente a un marginal 2,2% de votantes de Massa que podría apoyar al oficialismo.
Entre quienes rechazan al gobierno libertario, la principal crítica es la "destrucción del Estado y las políticas públicas", que representa el 50% de las respuestas. Un 13,1% también expresó su descontento con el alineamiento geopolítico de Milei con Israel y Donald Trump.
En contraste, entre quienes aún lo apoyan, el 23,6% destaca el control de la inflación como mérito principal, seguido por la percepción de “honestidad y transparencia” con un 19,7%.
Pese a la caída de su imagen y de su base electoral, Milei aún conserva una franja fiel: el 37,8% lo sigue viendo como un símbolo de cambio, aunque un 55,4% lo considera un riesgo para la sociedad.
Los datos sugieren que, a ocho meses de su mandato, Milei enfrenta un panorama adverso, con una pérdida sostenida de apoyo y un creciente bloque opositor que empieza a reconfigurar el mapa político argentino en clave negativa: ya no se vota tanto "a favor de", sino "en contra de".