En medio de la incertidumbre por un posible fallo de la Corte Suprema de Justicia contra la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner en la causa por supuesta corrupción, desde el radicalismo bonaerense encendieron una luz de alerta.

El jefe de la bancada de la UCR en la Cámara de Diputados provincial, Diego Garciarena, manifestó que “el descreimiento social y la desconfianza en el sistema judicial provocan situaciones como las que vivimos en estos días. Los procesos se viven como un River-boca, se banalizan”.

El legislador marplatense profundizó en su análisis, señalando la polarización que tiñe la percepción de los fallos judiciales. “No importa la justicia de la resolución, ni la prueba, ni la imparcialidad, ni los argumentos. Importa si el imputado racional, es pasional. Se habla y se opina de causas judiciales sin conocer las actuaciones”, sostuvo Garciarena.

Además, criticó la inconsistencia en la valoración de los magistrados según el resultado de sus sentencias: “Lo paradójico es que siempre son los mismos jueces que, cuando fallan como me gusta son juristas y cuando fallan como no me gusta son corruptos”.

El descreimiento social y la desconfianza en el sistema judicial provocan situaciones como las que vivimos en estos días.

Los procesos se viven como un River-Boca, se banalizan. No importa la justicia de la resolución, ni la prueba, ni la imparcialidad, ni los argumentos.…

— Diego R Garciarena (@dgarciarena) June 10, 2025

Garciarena también se refirió al descrédito que afecta no solo a la política, sino también al Poder Judicial, lo que consideró un escenario complejo.

“Hay descrédito en la política, no es una novedad. Pero también lo hay en el Poder Judicial y eso nos coloca en un complejo lugar. La desconfianza en la justicia nos puede llevar a la violencia y de ahí es muy difícil volver. Los argentinos ya lo sabemos”, indicó el diputado radical.

Finalmente, el jefe de bloque de la UCR hizo un llamado a la reflexión y al debate institucional. “Discutir, debatir y resolver sobre el modelo y la calidad institucional es una responsabilidad urgente. Hagámoslo antes que sea tarde”, concluyó Garciarena.