

El radicalismo bonaerense comenzó su etapa de proyección electoral. Luego de varios inconvenientes autoprovocados por la discusión interna y la irrupción de Javier Milei en la arena política, los boina blanca avanzaron en “una agenda política” que piense al partido con posibilidades de disputar la Gobernación bonaerense.
Con 29 intendentes, el radicalismo vuelve al ruedo y prepara una épica en la polarización que protagonizan el peronismo con La Libertad Avanza.
En La Plata, los alcaldes del Foro de intendentes tuvieron un encuentro con los jefes políticos del partido, Miguel Fernández y Pablo Domenichini, mostraron una postura bien marcada: “Veo una posibilidad muy grande de que se genere un lugar de encuentro en el radicalismo realmente, que es lo que estamos haciendo”, remarcó Maximiliano Suescún de Rauch.
“En un momento donde la política nacional y provincial está muy desorientada, encontramos un lugar donde empezar a conversar y a discutir. Se discutió profundo”, marcó Miguel Fernández en diálogo con La Letra Chica.
En ese sentido, Fernández marcó: “Estamos en un camino donde el radicalismo de pie y con vocación de generar una construcción en la provincia de Buenos Aires va a discutir y va a terminar, esperamos, en conjunto abordando los desafíos electorales de este año, pero sobre todo planteando, como bien decíamos, cuál es el rol que el partido tiene que tener en este momento complejo de la provincia y del país”.