Lo que parecía evitable no se dio. Lo que la gran mayoría de los dirigentes abadistas quería evitar no pudo darse. Pese a que se negocia contrarreloj, los boina blanca bonaerenses oficializarán este viernes a última hora la conformación de dos listas que competirán por el sillón del Comité Provincia.

En la cuenta regresiva para el cierre de listas internas en el radicalismo bonaerense, el sector que lidera Maximiliano Abad pegó un último golpe antes de que se le escurra la lista de unidad de las manos. Mientras celebran la candidatura de Miguel Fernández, Evolución prepara su jugada.

Finalmente, la unión que venían cocinando se concretó con el salto de bloque de los diputados que responden a Lousteau bajo el sello de Evolución, Pablo Domenichini y Belén Malaisi, a la banca de ACUERDO CÍVICO - UCR + GEN.

De esta manera, los boina blanca se suman al espacio integrado por Claudio Frangul, Matías Civale, Viviana Dirolli, Natalia Dziakowski, Nazarena Mesías y Julio Pasqualin, alineados con Manes.

El escenario político dentro del radicalismo pasa por dos postulantes: Por un lado, los que quieren avanzar en una alianza con Casa Rosada y, pese a los agravios, ser “una oposición responsable” y “acompañar el proceso político”. Del otro lado, están los radicales que quieren mostrarse como oposición a Javier Milei y a Axel Kicillof. “Ser oposición no se negocia”, repiten.

En esa disputa están los hombres que se encolumnan detrás del exintendente de Trenque Lauquen, Miguel Fernández, presentado como prenda de unidad, aunque lejos de juntar a los dirigentes que se referencian con Facundo Manes y Martín Lousteau.

“Es un error ir a internas, y más con el escenario que el Senado nacional en cualquier momento te cambia el sistema electoral y elimina las PASO”, reprochan en uno de los sectores más importantes aliados de Maximiliano Abad.

Ahora se espera que en este mes que queda para la campaña se pueda afinar la convocatoria y que la elección del radicalismo no terminé en un papelón por la falta de concurrencia a las urnas.