Pese a que el gobierno insiste en la baja de la inflación, el repunte del consumo de carne puede verse perjudicado por un nuevo aumento de precios tras la caída a niveles históricos durante la primera etapa del gobierno de Javier Milei.

Según un relevamiento realizado por la consultora del especialista Andrés Costamagna, se reveló que durante julio se registró un aumento en las ventas tanto en carnicerías barriales como en los supermercados.

Este repunte, cercano al 10% en los últimos dos meses, elevó el consumo a un ritmo de 51 kilos por persona por año, pero se mantiene lejos del récord histórico de casi 80 kilos por persona por año.

Pese a eso, el incremento en la demanda no vino solo, ya que en julio el precio promedio de la carne experimentó un alza del 5%, un movimiento moderado en comparación a otros sectores pero que podría intensificarse en los próximos meses.

Según Costamagna, los precios de los cortes más premium, como el vacío, la colita de cuadril y el lomo, fueron los que más subieron. Mientras, el asado por ser menos utilizado para carne picada y exportación, mantuvo ofertas atractivas en el mercado.

El consultor anticipa que los precios de la carne podrían aumentar un 6% en las próximas semanas, en lo que describe como “un típico movimiento estacional” que se profundiza a medida que se acerca el verano.