El gobierno bonaerense volverá a la carga para que la Legislatura vote la creación de dos empresas estatales, en el marco de la integración del sistema de salud y busca marcar la cancha a la oposición, aunque apuesta por la división de Juntos.

El panorama en la Legislatura no es el mejor para Axel Kicillof, que cuenta con un grupo de 8 diputados que le responden a través de los alcaldes y dirigentes que marcan el rumbo de la Multisectorial La Patria no se Vende, aunque con cierto recelo con el resto del peronismo, principalmente de La Cámpora. 

En principio, Kicillof busca avanzar en el Centro de Industria Farmacéutica Bonaerense y la Empresa Bonaerense de Emergencias, que busca reducir los costos de los medicamentos y hacer participe a privados (en una empresa mixta) para regular la medicina en la Provincia.

El objetivo es doble: Por un lado, Kicillof quiere contar con insumos sin tener que pasar por la Casa Rosada para solicitar fondos; por otro lado, disolver la alianza de Juntos y elegir un nuevo enemigo legislativo.

Sin embargo, los alfiles legislativos del peronismo tienen compromisos con el Pro y ponen a Kicillof en un aprieto. Es que Mariano Cascallares, siendo legislador, se comprometió con Agustín Forchieri en una mejora en las condiciones de coparticipación para los distritos más grandes y comandados por los amarillos. Pese a eso, en Gobernación desconocen este acuerdo y avanzan en una alianza con los radicales.

Según pudo saber La Letra Chica, los radicales tienen un pre acuerdo con el gobierno provincial para avanzar en la creación de las dos empresas de salud. “Lo estudiaron nuestros equipos técnicos y vemos beneficioso para suministrar de insumos a nuestros hospitales, que en mayoría son municipales”, dijo envalentonado un intendente radical, aunque advirtió “restan detalles”.

De ser así, el gobierno rompería un acuerdo con el Pro de revisar el CUD y se volcaría con una alianza con los radicales que, de votar en conjunto, dejarían atrás a sus exsocios de Cambiemos.