El Frente Unión por la Patria definió escalar el conflicto que vivía puertas adentro y desatar una crisis a cielo abierto entre el sector más cercano a Cristina Kirchner y quienes ven a Axel Kicillof como el dirigente que puede enfrentar a Javier Milei.

Tras un fin de semana de cruces entre Andrés Larroque y Mario Secco contra algunos voceros de Máximo Kirchner, quién fue protagonista de una nueva cruzada fue Hugo Yasky, quién citó a legisladores a su despacho por una reunión para delinear los pasos a seguir y dejó fuera a los diputados que responden a La Cámpora.

Sin embargo, el encuentro que programó Yasky no fue consultado con el jefe de la bancada, Germán Martínez, lo que generó el enojo del hombre de Rossi y agudiza los conflictos internos con los que convive el peronismo por estas horas.

Uno de los presentes contó a este medio que “existe en el bloque una necesidad de discutir algunas cuestiones que ameritan que no haya compañeros puristas que jueguen con la lapicera o el mandato de Cristina sin ninguna legitimidad”.

“Hay discusiones que no son habilitadas por la conducción, que sin dudas es de Cristina, pero ella no nos habla a todos. Nos manda a decir cosas por un grupo selecto”, fustigó una de las fuentes consultadas.

Por ahora, los 12 diputados que siguen a raja tabla las ordenes de Máximo Kirchner sostienen la necesidad de mantener la línea que pidió Cristina Fernández, aunque Mariano Recalde y Mayra Mendoza saltaron esa línea y comenzaron a deslizar críticas a la gestión bonaerense y le apuntan a Andrés Larroque.