Mauricio Macri volvió a la escena política con toda la fuerza necesaria para volver a la centralidad que supo tener desde 2014 hasta su salida del gobierno en 2019 y quiere hacer valer su fortaleza por la apuesta por Javier Milei.

En ese marco, y con su afán por el fútbol, Macri se pone al frente de Pro a nivel nacional con el objetivo de convertir los clubes en Sociedades Anónimas Deportivas, un proyecto que cabalga desde tiempos inmemorables y que lo llevó a encabezar la Fundación FIFA.

Para eso, Macri negocia de último minuto los jugadores que va a tener para ese partido y el exintendente de La Plata, Julio Garro, sumó los números para encabezar la privatización de la pasión, de la mano del secretario de Turismo, Ambiente y Deportes, Daniel Scioli. Garro, que todavía no tiene el nombramiento oficial, ya hace de Subsecretario de Deportes y recorre el CeNARD como dueño del lugar.

La primera en despertar una propuesta que estaba dormida fue la diputada nacional Juliana Santillán, que la evidenció en una foto con Scioli para avanzar en la reglamentación de las SAD. El escenario apunta a Independiente, un club que está plagado de dirigentes del Pro y donde Macri tiene una de sus patas políticas, Cristian Ritondo y Néstor Grindetti.

A cambio de esa batalla, Macri está dispuesto a ceder la conducción del Pro Bonaerense a Julio Garro, que necesita volver a la escena política luego de su salida del municipio y una gestión que se está auditando, con más de 1000 cajones NN en el Cementerio platense.

Además, Ritondo se quedaría con la Presidencia de la Cámara de Diputados si logra cerrar en la Comisión Directiva del club, hoy a cargo de Carlos Montaña.