Mientras el movimiento obrero organizado desarrolla su primer paro general al gobierno de Javier Milei, el peronismo bonaerense muestra su foto de la interna que busca quedarse con el poderío político que dejó vacante Cristina Kirchner. 

Lejos de las fotos de unidad, el peronismo bonaerense mostrará su despliegue detrás de Axel Kicillof, mientras que Máximo Kirchner exhibirá su docena de jefes comunales con el sobresalto de Mayra Mendoza de Quilmes. 

Sin embargo, disconformes con la conducción partidaria y la estrategia electoral, los integrantes de la Mesa de Ensenada, principalmente Jorge Ferraresi, buscarán la épica y serán quienes encabecen una columna importante para demostrar poder territorial. 

“En las marchas, cada uno demuestra su poder de movilización. Lo que hizo Jorge el sábado es advertir que quiere. Ahora es un buen termómetro. En La Cámpora están todos peleados, pero nadie se le ánima a Máximo”, le dijo a este medio un legislador bonaerense que sabe de armar y que conoció los entretelones de la estructura del matrimonio Kirchner. 

El panorama territorial del peronismo es sencillo. Kicillof ostenta más de 40 intendentes que le reportan cotidianamente, directa o indirectamente. Muchos son del interior, aunque con gran poder territorial. Máximo cosecha detrás de La Cámpora 12 alcaldes, con la fortaleza política de Mayra Mendoza, pero Federico Susbielles con mayor densidad poblacional. Por último, Sergio Massa sacó a relucir su veintena de alcaldes, aunque algunos responden al tigrense, tienen sintonía fina con el gobernador. 

Con todo este escenario, Kicillof se apoya en la Mesa de Ensenada y busca darle fortaleza a la Multisectorial que armó durante los últimos días de diciembre. Esto es posible por la cintura política de Andrés Larroque, que con el paraguas de La Patria es el Otro sepultó el desarrollo territorial camporista y le puso un freno al poderío del hijo presidencial. 

Ahora, la calle es el lugar donde Kicillof y los intendentes peronistas le darán la disputa a Máximo Kirchner y el camporismo. La foto de unidad que tanto se buscó en campaña será un recuerdo y el acto de la CGT será la primera demostración de fuerzas que pondrá al peronismo bonaerense en una disputa hasta el cierre de listas del 2025.