La derrota del peronismo a nivel nacional caló hondo y los diferentes actores comenzaron a rediscutir los roles de la conducción para pararse de cara a lo que viene: la oposición al gobierno de Javier Milei y la sucesión.

Pese a tener desarrollo territorial, los alcaldes no logran sintetizar la demanda del conjunto del pueblo peronista, aunque buscan hacerse de las herramientas partidarias y empiezan a caminar la idea de quedarse con el PJ.

Uno de los principales interesados y que se perfila como el armador de la Mesa Kicillof Presidente es Jorge Ferraresi, que es sus aspiraciones aparece ser quién se siente en el sillón de Dardo Rocha una vez vencido el mandato actual.

El principal malestar pasa por la conducción de Máximo Kirchner, amparado en figuras de peso del peronismo de la Tercera Sección y que diseñaron la estrategia que terminó con la derrota de Sergio Massa en el balotaje.

Por su parte, el jefe comunal de Esteban Echeverría, señaló que “después de una derrota el peronismo se rediscute”.

“Por mis discrepancias con La Cámpora me cortaron obras y me plantaron candidatos para hacerme internas, entre otras cuestiones, pero nunca rompí ni me fui. La Cámpora solo está sentada sobre cargos legislativos, nada más y se arrogan la representación del peronismo”, remarcó Fernando Gray, aludiendo la construcción de una corriente interna para disputar la conducción partidaria.

En ese marco, amplío que “transcurrida una semana desde la derrota del peronismo en las elecciones y sin mediar convocatoria, pronunciamiento o tan solo un ‘gesto político’ de los órganos partidarios, corresponde que el presidente del PJ Nacional, Alberto Fernández, y quien se arroga la presidencia del PJ de la provincia de Buenos Aires, Máximo Kirchner, presenten sus renuncias”.