A días de la asunción de Javier Milei, la reconfiguración del tablero del Congreso de la Nación sigue en marcha, con rupturas e internas al rojo vivo.  En las últimas horas, el bloque radical de Diputados quedó dividido en dos a raíz de una fuerte disputa por la presidencia.

El conflicto surgió de la falta de acuerdo para volver a unificar al espacio y se partió designando a dos presidentes: por un lado Facundo Manes, que presidirá un bloque de 13 diputados, y por otro el cordobés Rodrigo de Loredo, que encabezará la mayoría con 23 legisladores.

En la tarde del martes, los boina blanca se reunieron para reconstruir la unidad y designar a las nuevas autoridades, pero el encuentro se transformó en una puja de fuerzas entre los líderes radicales. Mientras que el gobernador Gerardo Morales promovía a Manes para presidir el bloque, el senador Martín Lousteau impulsaba a De Loredo.

En el acta que resultó del cónclave, un grupo de legisladores le solicitó al neurólogo “realizar las gestiones necesarias a fin de proceder a la reunificación del bloque, conformación de interbloque y discusión de las autoridades de la Cámara”.

La otra fracción también difundió un comunicado en el que afirmaron que "la unidad del radicalismo en el Parlamento es fundamental para recuperar la capacidad de articulación política”, aunque solo sumaron 9 bancas de Evolución Radical. 

Finalmente, a pesar de la expresa voluntad de ambos sectores, la Unión Cívica Radical seguirá teniendo dos bloques en la Cámara de Diputados con Manes presidiendo el bloque minoritario y de Loredo, con la mayoría de los legisladores radicales, como presidente del bloque del espacio de Lousteau.