

Los candidatos a presidentes de Juntos por el Cambio y La Libertad Avanza, Patricia Bullrich y Javier Milei, siguen fomentando la diferenciación que vienen profundizando desde que pasó el debate y usaron el tradicional coloquio empresarial del IDEA, para seguir disparándose.
La postulante del PRO, fue la única visitante de los que pelean por presidir el país que estuvo en IDEA, acompañada por la exgobernadora, María Eugenia Vidal; el candidato a gobernador bonaerense, Néstor Grindetti y los exministros, Hernán Lacunza y Esteban Bullrich.
En este marco, Bullrich primero apuntó contra el líder libertario y sostuvo que es una “pavada” pensar en destruir el Banco Central y desarrolló que “vamos a presentar la nueva carta orgánica del BCRA que va a tener prohibición de cepos y prohibición de emisión”.
Luego, chicaneó a uno de los grandes ausentes, al candidato a presidente de Unión por la Patria, Sergio Massa, a quien le recordó que “lo llevamos a Davos”, en referencia al viaje que compartió con el entonces presidente Mauricio Macri al inicio de su Gobierno, cuando eran aliados.
Por otra parte, Milei explícitamente esquivó a esos empresarios e hizo un encuentro organizado por el banquero Juan Nápoli en un restaurante llamado no casualmente Furia, que tuvo dos objetivos: escenificar su distancia del empresariado al que suele llamar “prebendario” y potenciar su perfil diferenciado del resto de los candidatos.
Asimismo, el liberal estuvo acompañado por su hermana Karina Milei; Carolina Píparo, la candidata de la fuerza en la Provincia; Marcela Pagano para la Legislatura y el candidato marplatense, Rolando Demaio.
Entre los asistentes sobresalieron Daniel Funes de Rioja (UIA), Martín Cabrales, Marcelo Figueiras (Laboratorios Richmond), Sebastián Bagó, Bettina Bulgheroni, Marcos Pereda, Gabriel Martino, Patricio Supervielle (Supervielle) y Guillermo Laje (Banco Ciudad), entre otros.
Fiel a su estilo, Milei llegó, habló y se fue, con algunos saludos y repitió su idea de los 35 años para alcanzar los objetivos. “Abrazando las ideas de la libertad, en 15 años estaríamos a la altura de Italia, encima de España. La casta no quiere tomar el modelo porque son parte del problema”,.
Para finalizar, enumeró el camino de las reformas “de primera generación”: reducción del Estado y de las regulaciones, baja del gasto, simplificación del sistema tributario, reforma laboral con seguro de desempleo como el de la construcción, abrir la economía mientras se hace una reforma monetaria para desembocar en la eliminación del Banco Central. El Banco Central es una estafa, un robo”.